
Haz clic en la imagen para ampliarla
Nuestra alimentación es nutriemocional: comida y emociones están íntimamente relacionadas. Desde el momento en que nacemos, mamá nos alimenta en su regazo y en ese acto tan íntimo nos nutre y nos da amor, pertenencia y seguridad.
Si gestionamos los problemas a través de la comida entramos en un bucle infernal donde empezamos a rechazar nuestra forma de comer y nuestro cuerpo: estamos atrapadas, obsesionadas y desnutridas, y no podemos sacar a la luz la fuerza que tenemos para crear, construir y vivir la vida que nos merecemos.
Miriam Salinas, psicoterapeuta especializada en ansiedad por la comida, ha creado un método que consiste en desprogramarse de los mandatos de la estructura patriarcal agazapada detrás de la cultura de la en fuerza para dar el paso a comerse la vida.