Algunos monstruos me han abrazado, otros sólo me han besado y en algunos me he quedado a vivir un tiempo, corriendo el riesgo de morir de pena cuando me han abandonado. He cruzado nubes con ellos, he saltado en conciertos y he pasado la madrugada de inviernos enteros abrazado a su pecho.
Yo tengo los míos, pero hay muchos más ahí fuera, acechando, esperando encontrarse contigo en el lugar más inverosímil para dejarte una cicatriz.
¿Conoces a tus monstruos?
El contacto de seguridad todavía no está disponible. Si necesitan esta información solicítenla mediante este enlace
Este artículo no tiene advertencias de seguridad. Si tienen alguna duda al respecto consulten al contacto de seguridad.