Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia mientras navega. Las cookies que se clasifican según sea necesario se almacenan en su navegador, ya que son esenciales para el funcionamiento de las características básicas del sitio web. También utilizamos cookies de terceros que nos ayudan a analizar y comprender cómo utiliza este sitio web. Estas cookies se almacenarán en su navegador solo con su consentimiento. También tiene la opción de optar por no recibir estas cookies. Pero la exclusión voluntaria de algunas de estas cookies puede afectar su experiencia de navegación.
Imprescindibles
Las cookies necesarias son absolutamente esenciales para que el sitio web funcione correctamente. Esta categoría solo incluye cookies que garantizan funcionalidades básicas y características de seguridad del sitio web. Estas cookies no almacenan ninguna información personal.
No imprescindibles
Estas cookies pueden no ser particularmente necesarias para que el sitio web funcione y se utilizan específicamente para recopilar datos estadísticos sobre el uso del sitio web y para recopilar datos del usuario a través de análisis, anuncios y otros contenidos integrados. Activándolas nos autoriza a su uso mientras navega por nuestra página web.
Sinopsis
Un divertido, y tambien emocionante, analisis sobre el aprendizaje de la lectura y el acto de leer para comprendernos a nosotros mismos.Como una niña que se niega a comer lo que le ponen en el plato, la protagonista de este libro no entendia las lineas que pasaban ante sus ojos y escupia las palabras. Le gustaban la breveda d, la musica y las imagenes de la poesia, pero obstinadamente se negaba a tragar las grandes novelas. A veces, los planes ideados por su padre, un prestigioso pediatra, la llevaban a leer novelas negras que si la cautivaban; pero nunca Madame Bovary, por ejemplo. Entusiasta y optimista desde bebe, la protagonista que no es otra que la propia autora, Agnes Desarthe pensaba que al acceder al lenguaje estaria en condiciones de decirlo todo. Habria una palabra para cada sensacion, para cada cosa vista, tan eficaz como el dedo que apunta al cielo con un grito inarticulado y que significa al mismo tiempo: avion, velocidad, flecha, ruido, miedo, belleza, relampago, cohete, estrella, azul. Pero las palabras, sentia Agnes ya de adolescente, eran imprecisas, poco numerosas, rigidas y ocupaban mucho espacio. Hasta que todo cambio. Eso si: muchos años despues.