Sinopsis
El monarca castellano Enrique III, en su propósito de buscar aliados contra la expansión de los turcos, cuya amenaza se cernía ya sobre Europa, envió en 1403 una embajada a la lejana corte de Tamorlán, heredero de Gengis Khan. Tamerlán, o Tamorlán, como es citado en este texto, era un caudillo militar de origen turco-mongol que llegó a alcanzar una gran reputación como guerrero, gracias a la cual, en poco más de dos décadas, logró reunir un poderoso ejército. Al frente de la expedición a Samarcanda, capital del Imperio, marchó Ruy González de Clavijo. El viaje se prolongó por espacio de tres años y su relato fue escrito a su regreso, en 1406.
La minuciosidad de sus descripciones, sus noticias históricas, geográficas e incluso agropológicas, hacen de esta obra una de las más apreciadas por orientalistas e historiadores, que destacan la curiosidad e imparcialidad del narrador, así como su sobriedad y claridad de estilo. Episodio fundamental de la diplomacia medival castellana, Embajada a Tamorlán sigue siendo uno de los libros de viajes más amenos e interesantes, además de precisos, de la literatura española.
La minuciosidad de sus descripciones, sus noticias históricas, geográficas e incluso agropológicas, hacen de esta obra una de las más apreciadas por orientalistas e historiadores, que destacan la curiosidad e imparcialidad del narrador, así como su sobriedad y claridad de estilo. Episodio fundamental de la diplomacia medival castellana, Embajada a Tamorlán sigue siendo uno de los libros de viajes más amenos e interesantes, además de precisos, de la literatura española.
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