Pero en Hipotermia hay mucho más. Porque en este libro, entre relatos cerrados, apretados, redondos, que se anillan unos con otros y al hacerlo se resignifican, hay tres novelas reducidas a sus momentos climáticos: la del escritor de libros de autoayuda que, corrompido por las disciplinas que predica, destruye su universo emocional y acaba como profesor en Boston, el infierno; la del ejecutivo del Banco Mundial que de tanto fingir que es otro ya sólo puede percibir la realidad cuando viene mediatizada por la televisión, el teléfono móvil o el correo electrónico; y la de un historiador de la vida privada que, muerto espiritualmente, resucita como cocinero, artista del cadáver, el arte más glamouroso de la contemporaneidad, y es el protagonista de los deslumbrantes «Salida de la ciudad de los suicidas» y «Retorno a la ciudad del ligue», con los que concluye pero no se cierra este espléndido modelo de libertad narrativa que es Hipotermia, una novela integrada por relatos, según intención del autor.
El contacto de seguridad todavía no está disponible. Si necesitan esta información solicítenla mediante este enlace
Este artículo no tiene advertencias de seguridad. Si tienen alguna duda al respecto consulten al contacto de seguridad.