Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia mientras navega. Las cookies que se clasifican según sea necesario se almacenan en su navegador, ya que son esenciales para el funcionamiento de las características básicas del sitio web. También utilizamos cookies de terceros que nos ayudan a analizar y comprender cómo utiliza este sitio web. Estas cookies se almacenarán en su navegador solo con su consentimiento. También tiene la opción de optar por no recibir estas cookies. Pero la exclusión voluntaria de algunas de estas cookies puede afectar su experiencia de navegación.
Imprescindibles
Las cookies necesarias son absolutamente esenciales para que el sitio web funcione correctamente. Esta categoría solo incluye cookies que garantizan funcionalidades básicas y características de seguridad del sitio web. Estas cookies no almacenan ninguna información personal.
No imprescindibles
Estas cookies pueden no ser particularmente necesarias para que el sitio web funcione y se utilizan específicamente para recopilar datos estadísticos sobre el uso del sitio web y para recopilar datos del usuario a través de análisis, anuncios y otros contenidos integrados. Activándolas nos autoriza a su uso mientras navega por nuestra página web.
Sinopsis
De todas las etapas de la vida, ninguna necesita mayores preparativos que la jubilación. Sin embargo, ninguna se prepara menos, al existir la idea generalizada de que, hagamos lo que hagamos, los últimos años de nuestra vida están ya predestinados. Y en buena medida es verdad: están predestinados por lo que hayamos hecho en los años anteriores. Precisamente por eso conviene que a partir de los cuarenta y desde luego no más allá de los cincuenta, comencemos a prepararnos para lo que nos espera tras jubilarnos. En todos los aspectos: físico, financiero y, sobre todo, mental, el más importante de todos ellos. Si tenemos en cuenta que la duración de ésta crece a ritmo geométrico y que dentro de no mucho superará a la de la infancia y adolescencia, se comprende la importancia de llegar a ella en condiciones de poder gozarla en su máxima plenitud.