una actitud muy poco políticamente correcta, sus reflexiones, comentarios y reacciones a una realidad en la que, no nos queda otra, tenemos que resistir como podamos... Mordaz, irónica, muy aguda y también sorprendentemente tierna, Raquel Martos nos demuestra cómo se puede pasar de sufrir a disfrutar, de la resignación a la indignación, del odio al amor y viceversa sin las etapas intermedias.
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