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Sinopsis
¿Quién soy yo? ¿Hasta qué punto soy lo que los demás dicen o creen que soy? ¿Qué queda de mí mismo después de la muerte? Preguntas básicas, persistentes, que nos acompañan de forma constante. Son las que Miguel de Unamuno (1864-1936) vuelve a plantearnos al hilo de La novela de don Sandalio, jugador de ajedrez. Publicada al final de su vida, recoge las preocupaciones fundamentales del autor y, al mismo tiempo, nos muestra un ejemplo de su peculiar manera de entender la novela. La aparente cotidianidad insustancial de las situaciones ;un casino y una partida de ajedrez; no está reñida con la urgencia trágica con la que se plantean esas preguntas en las que se nos va el sentido de la propia existencia. Igualmente cotidiana parece la vida de Emeterio Alfonso, protagonista de Un pobre hombre rico o el sentimiento cómico de la vida, alguien que no parece capaz de tomar las decisiones adecuadas para dar sentido a su vida. Encontrar un trabajo seguro, cumplirlo ritualmente aunque no le suscite especial interés, acumular los ahorros hasta completar una pequeña fortuna;, aspiraciones poco llamativas, pero que configuran la sustancia de la vida.