generaciones, en contra de lo difundido por la propaganda franquista y que permaneció hasta nuestros días. Eran personas normales,
que no estaban comprometidas ideológicamente con el ideario golpista; eran hombres que vivían en una sociedad civil regida por las
reglas sociales construidas desde comienzos del siglo XX, sin que existiese una confrontación con sus compatriotas. A partir del 18 de
julio de 1936, vieron rotas aquellas normas sociales y sustituidas por el terror, la vigilancia, el castigo y la pobreza. Desde aquel
momento, a una gran parte de esos hombres, no les quedó otro camino que vincularse a uno de los dos bandos para evitar la muerte;
en el caso de este libro, al insurgente.
El contacto de seguridad todavía no está disponible. Si necesitan esta información solicítenla mediante este enlace
Este artículo no tiene advertencias de seguridad. Si tienen alguna duda al respecto consulten al contacto de seguridad.